Mes de Vivienda Económica – Marzo 2012

Mes de Vivienda Económica – Marzo 2012

Opinión del Latino Policy Forum

Jorge, un estudiante universitario de 20 años, recuerda cómo hace años sus padres manejaban el auto en círculos en un barrio del suroeste de Chicago, buscando minuciosamente cuadra tras cuadra, tratando de encontrar un apartamento donde alojar a su familia. Jorge tuvo que esperar en el coche con sus seis hermanos y hermanas mientras sus padres negociaban el contrato de arrendamiento. Ellos se dieron cuenta que los propietarios a menudo se negaban a alquilar a una familia numerosa o, si lo hacían, querían cobrar extra.

Aunque que Jorge es un personaje ficticio, su terrible experiencia combina las historias de la vida real que escuchamos de las familias en nuestra comunidad todos los días, lo que ilustra cómo los latinos a menudo se encuentran en una encrucijada donde concurren varios angustiosos problemas relacionados con la vivienda. La discriminación y la sobrepoblación son solo dos de entre las muchas dificultades que afectan de manera desproporcionada a las familias latinas, pero el tema del alto costo de la vivienda es el tema principal en este mes. Mientras que Marzo es el mes de vivienda económica, el presupuesto adecuado para pagar su alojamiento sigue estando frustrantemente fuera del alcance de muchos latinos, propietarios e inquilinos por igual.

En la ciudad de Chicago, aproximadamente 70 por ciento de los hogares Latinos son considerados de bajos ingresos, lo que significa que ganan menos de $60,000 por año. En Chicago, la mitad de Latinos tienen un ingreso menos de $42,000. Ante esta realidad financiera, no es de extrañarse que muchas familias Latinas enfrenten el problema de cómo estrechar un presupuesto pequeño para poder proporcionar un  espacio suficiente para grandes familias,  que son a menudo conformadas por varias generaciones.

En tanto que los consejeros de vivienda recomiendan que las familias no gasten  más del 30 por ciento de sus ingresos en vivienda—una cifra que resulta ser aproximadamente $1,000 mensuales para una familia latina con ingresos promedio en la ciudad de Chicago—más de la mitad de los latinos en la ciudad se ven obligados a gastar más. Teniendo en cuenta que la familia latina promedio es de aproximadamente cuatro personas, las familias se ven en apuros para alquilar un apartamento de 3 recámaras por $ 1,000  por mes en Chicago, un mercado donde el precio actual de este espacio es de al menos $ 1,200. Y los propietarios latinos—muchos de los cuales fueron victimas de altos costos y préstamos usureros antes de la caída del mercado de la vivienda—ahora luchan para hacer los costosos pagos hipotecarios poniéndolos en riesgo de perder sus hogares por los cuales han luchado arduamente.

Aun siendo cierto que nuestros ingresos están aumentando lentamente—el promedio de los sueldos  en los hogares latinos es más alto que en el 2005—el hecho de que la vivienda sostenible y económica está fuera del alcance de casi la mitad de los dos millones de latinos en Illinois es ciertamente alarmante en muchos niveles. Los elevados costos de la vivienda obligan a limitar gastos en otras necesidades básicas, como alimentos, gastos médicos y ahorros, lo que pone a las familias latinas en situaciones muy vulnerables en estos tiempos de incertidumbre económica. Tomando en consideración que los latinos representan más de la mitad del crecimiento de viviendas ocupadas por propietarios en la última década, mantener la vivienda económica fuera del alcance de los aspirantes a ser dueños de una casa representa una pérdida potencial de recuperación y crecimiento para el mercado local. Los hogares latinos en los suburbios del Condado de Cook se han duplicado desde el año 2000.

Es de crítica importancia que los miembros de nuestra comunidad comprendan la definición de la vivienda económica y busquen recursos e información que les ayuden  a manejar el presupuesto familiar. Pero también es importante que las agencias para viviendas públicas y privadas monitoreen la adecuada participación de familias latinas en sus programas y servicios.

El Latino Policy Forum trabaja con una amplia red de proveedores de servicios de vivienda y puede informar, orientar, o referir a las personas a los lugares adecuados que desean aprender más sobre sus opciones de vivienda económica. Se nos puede comunicarse al 312-376-1766 x225.

La vivienda es una parte esencial en la búsqueda del sueño americano para muchas familias latinas, y muchas hacen grandes sacrificios para hacer este sueño una realidad. Pero es muy importante que la búsqueda de este sueño no se convierta en una carga financiera. Los latinos y las organizaciones que les sirven tienen una responsabilidad compartida en la promoción de la educación financiera. Empecemos con la vivienda económica este mes.

Juliana Gonzalez-Crussi

Policy Analyst and Housing Coordinator

Latino Policy Forum

 

Affordable Housing Month

Op-Ed March 2012

Jorge, a 20-year old college student, recalls how his parents drove circles in their southwest side neighborhood several years ago, painstakingly checking block after block in an effort to find an apartment to house their family.  Jorge had to wait in the car with his six brothers and sisters as his parents negotiated the lease. They found that landlords often refused to rent to such a large family—or wanted to charge extra when doing so.

While Jorge is fictional, his ordeal combines the real-life stories we hear from families in our community every day, illustrating how Latinos often find themselves at the intersection of several heartbreaking housing-related challenges.

Discrimination and overcrowding are among many difficulties that disproportionately affect Latino families, but the issue of affordability is top of mind this month. While March is Affordable Housing Month, budget-friendly housing remains frustratingly out of reach for many Latinos, homeowners and renters alike.

In the City of Chicago, nearly 70% of Latino households are considered low-income earners, meaning that they earn less than $60,000 annually. In Chicago, half the Latino population earns below $42,000. Given this financial reality, it is not surprising that many Latino families face the conundrum of stretching a small budget to provide ample space for large, often multi-generational, families.

While housing counselors recommend that families not spend more than 30 percent of their household income on housing—a figure that works out to be approximately $1,000 monthly for the average Latino family in the City of Chicago—more than half of local Latinos are forced to spend more.  Given that the average Latino household is approximately four people, families are hard pressed to rent a 3-bedroom apartment for $1,000/month in Chicago, a market where the going rate for such a space is $1,200.

And Latino homeowners, many of whom were targeted for high-cost, sub-prime loans before the real estate bubble burst, now struggle to make costly mortgage payments, putting them at risk of losing their hard-earned homes.

While our incomes are slowly rising—the average local Latino household earns more than it did in 2005, the fact that sustainable, affordable housing eludes half of Illinois’ nearly two million Latinos is alarming on many levels.  Elevated housing costs strip away funds for other basic needs, such as food, medical expenses, and savings, which puts families in vulnerable positions in economically uncertain times.

And as Latinos represented more than half of the growth in owner-occupied homes over the last decade, keeping affordable housing out of reach for would-be homeowners represents a loss of potential recovery—and growth—for the local market.  Latino-occupied units in Suburban Cook County have doubled since 2000.

It is critical that our community understand the definition of affordable housing and seek out resources and information to help manage household budgets.  But it is also important that public and private housing agencies ensure that they are properly engaging Latino families in their programs and services.

The Latino Policy Forum works with a wide network of housing service providers and can provide referrals to families seeking to learn more about their affordable housing options. Contact us at 312-376-1766 x225.

Housing is often a part of the American Dream for Latino families, and many will make great sacrifices to make that dream a reality.  But it is critical that the pursuit of the dream not become a financial burden.  Latinos and the agencies that serve them have a shared responsibility in promoting financial literacy.  Let’s start with affordable housing this month.

Juliana Gonzalez-Crussi,Policy Analyst and Housing Coordinator,Latino Policy Forum

 

 

Written by on March 12, 2012

Filed Under: